Se llama así porque la información negativa causante de trastornos físicos o emocionales que está guardado en nuestro inconsciente se saca al consciente, se limpia, se reprograma y se vuelve a guardar ya sanada. Al cambiar esa información, se producen grandes cambios, no solo en la persona tratada sino también en sus ancestros y en su descendencia.
Nuestras células guardan un registro de todas las emociones y experiencias propias o heredadas. En nuestro inconsciente, que es el 95%, se guarda todo aquello que nos hizo sufrir y no queremos recordar. Por eso actuamos de una determinada manera ante cada acontecimiento de la vida, sin saber por qué lo hacemos.
Somos, como personas, el reflejo de ese 95% de inconsciente afectando al 5% consciente. En otras palabras el inconsciente afecta nuestros actos conscientes.
Con Memoria Celular, el Facilitador guía a la persona, que está totalmente consciente, para encontrar esa información guardada que le provoca dolor para re programarla sanándola de raíz. Esta terapia no tiene contraindicaciones, es científica porque está basada en la neurología, psicología y en la física cuántica, entre otras.
Se trabaja por medio de diversos Protocolos, siendo el Facilitador el que decide cuál usar según el caso. Lo que se sana en cada sesión es definitivo. Un PROTOCOLO es un escrito que se respeta tal cual esta creado por la profesora Teresa Goncalves y es lo que el facilitador aplica para trabajar cada sesión. No está librado al azar. Hay gran cantidad de protocolos, eligiendo el facilitador cuál aplicar en cada consulta, según lo que se quiera tratar.