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QUANTEC... ciencia, conciencia, mente, cerebro y magia

Por Leo Hernán River.


Hace unos meses recibí una llamada en mi teléfono móvil y al ver la pantalla noté que era un número desconocido y además con muchas cifras. Para mi sorpresa, se trataba de Peter Von Buengner, científico alemán inventor del equipo de radiónica QUANTEC, quien me estaba llamando desde su natal Alemania. La razón, fue un comentario mío que llegó a sus oídos y sobre el cual quería darme información. Parte de nuestra conversación, que tardó más de una hora, se centró en como la mente del terapéuta que usa el equipo QUANTEC, influye en la efectividad de la terapia. Recuerdo su frase final para despedirnos, “si el chamán no cree en su baile, entonces su magia no tiene efecto”.

A la mayoría de las personas que leen este articulo les parecerá extraño esa frase: “el poder de la mente”. Pero para los científicos es una verdad, y más aún para la medicina convencional. Recordemos que cada vez que un medicamento va a salir al mercado, el laboratorio farmacéutico debe hacer la prueba del “placebo”. Reunir a un grupo de personas y darles a tomar el nuevo medicamento, pero a algunos de ellos, en secreto, les dan a tomar un placebo que es una cápsula con harina y azúcar. Esto se hace porque la mente de la persona puede curar con sólo saber que va a tomar un medicamento para su dolencia. Hoy este procedimiento ha variado ya que se ha descubierto que la mente del fabricante también puede curar, entonces se opta porque el fabricante no sepa quienes toman el medicamento y quienes el placebo. Es el poder de la mente en la curación, avalado ampliamente por la ciencia. Los científicos igualmente tienen certeza de que funciona en sentido inverso: la mente, así como puede curar, también puede enfermar. Entonces aparece el tema de las emociones, los karmas, los traumas y las creencias como causantes de enfermedad y sufrimiento.

Es el poder de la mente, que hace pocos siglos era tema prohibido, pero sobre el cual se han escrito tantos libros en este último siglo. Aunque reconozco que para mí no era claro si se trataba del poder de la mente, del cerebro o el de la misma conciencia. De mis estudios de física cuántica, recuerdo aquel famoso experimento de la doble rendija que marcó un hito en la historia de la ciencia: una partícula se comporta como onda o partícula, de acuerdo a quien la está observando. Quizás lo correcto sería “de acuerdo a la conciencia de quien la esté observando”. Pero debo considerar, de otra parte, que los físicos modernos piensan que el cerebro humano es capaz de formar o modificar la materia incidiendo sobre el campo unificado que es como la “fábrica de la realidad”, de tal forma que si estás jugando fútbol y el balón se pierde en el vecindario, los jugadores podrán con su cerebro crear en cuestión de segundos, un nuevo balón de la nada. Hacia allá avanzamos. Es la teoría del universo holográfico que ocupó los últimos días de vida de Stephen Hawking. Décadas atrás, Carl Jung escribió sobre la mente que dividió en consciente e inconsciente y le asigno un poder inmenso, pues allí están las creencias individuales y colectivas, que condicionan la realidad, la cual también es acuñada por las sincronicidades como fenómenos acausales. Para completar, Heráclito decía 6 siglos antes de Cristo que “el carácter hace el destino”. Conciencia, cerebro y mente como en la alquimia de Melquíades en Macondo.

Aclaro que la palabra “materia” que otrora definía a las cosas “sólidas” ya está en desuso desde hace casi un siglo cuando Planck empezó a hablar de la antimateria y luego se demostró que las cosas que vemos: casas, autos, animales o arboles, en realidad son ilusiones ópticas causadas por el movimiento de los electrones alrededor del núcleo de los átomos y que en realidad nada es materia sino que todo es energía. Tanto así que si se detiene el movimiento de los electrones en un ser humano, la parte sólida seria más pequeña que el tamaño de un grano de arroz y todo el resto de volumen corporal sería solo energía. Aquella fuerza que mantiene en vibración esas partículas es lo que podemos llamar espíritu. En efecto, nos gobiernan las leyes de la energía y no las de la materia, a pesar de que la física Newtoniana sigue prevaleciendo más por ignorancia o costumbre que por fundamento, ya que en 1925 el principio de incertidumbre de Heisenberg dio por finalizada esa era.

Tal vez sea noticia de última hora para ti: La materia no existe, todo es energía. Pero ya lo habia dicho Tesla hace décadas, “si quieres encontrar los secretos del universo piensa en términos de energía y vibración”. ¿Y el tiempo y el espacio? En los años 1800 ya Immanuel Kant escribía en la “Crítica de la razón pura” que son imaginarios. Y en los años 1900 el experimento de los fotones entrecruzados dejaba claro que el espacio no existe y además dejaba un manto de dudas sobre aquello de que nadie puede sobrepasar la velocidad de la luz sin correr el riesgo de desintegrarse. Aún hoy creemos que el tiempo es absoluto y la mayoría de los seres humanos que habitan el planeta no comprende lo dicho por Einstein acerca de que el tiempo es relativo y cambia con la velocidad y hasta transcurre en sentido inverso en algunos sitios del universo. Y muy pocos aplican la nueva realidad a su vida.

¿Aplicas lo que ha descubierto la ciencia…. en tu vida diaria?

Queda claro que lo que existe no es lo que ven tus ojos. La nueva realidad es lo que ocurre a nivel de las pequeñas partículas que componen los objetos: los átomos. Aclaro que ya no son las más elementales partículas, porque se ha descubierto que el átomo se compone de cuerdas vibrantes y que vibran en más de 10 dimensiones, la mayoría de ella desconocidas para la raza humana. ¿La ciencia es pequeña? No hay que alarmarse por ello, el 94% del universo está compuesta de energía oscura y materia oscura, sobre lo que no se tiene ningún conocimiento ya que no presenta actividad electromagnética y no es posible medirlo. Lo que la raza humana ha podido conocer sobre el Universo es solo el 6% de lo que existe. De lo demás no sabemos nada. A pesar de ello el avance de la ciencia es asombroso… hace poco tiempo creíamos que la tierra era el centro del universo, que era plana y estaba delimitada por insondables abismos. Hoy, el científico Jean Paul Garnier, postula que todos tenemos un doble cuántico que se desplaza al futuro y al pasado con libertad. Mientras Michio Kaku nos habla de las supercuerdas y la ciencia se sorprende ante el bosón de Higgs conocida como la “partícula de Dios”. Cada día es más evidente que “todos bailamos una tonada misteriosa, entonada a la distancia por un músico misterioso”.

¿Eres de los que dudan del poder de la mente?

Para mí, como talvez para los que leen este artículo, el poder de la mente era solo un cuento sin fundamento. Hasta que conocí al maestro chino Kam Yuen, de quien me precio haber sido su alumno. Entonces conocí y experimenté el real poder de la mente. Lo que ví y viví mientras recibía las enseñanzas del maestro Yuen fue asombroso y ocuparía muchas páginas relatarlo. También encontré la respuesta a mi pregunta inicial de este artículo. En realidad no es el poder de la mente ni el de la conciencia, es el poder del cerebro y como lo hacía el shaolin desde la antigüedad, la magia está en disminuir su frecuencia eléctrica a menos de 13 Hz, para desde allí modificar la realidad y eliminar el sufrimiento.

Hoy debe ser un día especial para ti: día para evolucionar. Debes conocer la verdadera realidad y aplicarla a tu existencia.

Probablemente tu vida se limita a despertar en la mañana, ir al trabajo y regresar en la noche a casa a sentarte en el sillón a ver tv y chatear. Al día siguiente haces lo mismo para a fin de mes pagar la cuenta de electricidad, la hipoteca o el alquiler, la factura del supermercado y del colegio de tus hijos… y así seguirás día tras día hasta tu vejez, cuando un día cualquiera talvez un infarto acabará con este capítulo de tu existencia. Creéme, se hace inaplazable abrir los ojos: hay algo más y debes conocerlo para salir de la oscuridad. Es tiempo de evolucionar.

¿Puede tu cerebro crear o modificar la realidad? ¿La pobreza es un efecto que proviene de una causa que se puede modificar? ¿La enfermedad puede ser eliminada sin acudir a la medicina?

Los científicos debemos considerar lo inexplicable y no podemos descartar nada. Sabemos que magia es aquello que la ciencia aún no puede explicar. Tenemos certeza de que los organismos biológicos se comunican entre si y que es posible realizar esta comunicación desde una máquina que puede simular ser un sistema biológico. Es lo que hace QUANTEC. Este equipo nace de la radiónica e incorpora un diodo de ruido blanco que actúa como interfaz entra la conciencia y la máquina y además se sirve de la teoría de los fotones gemelos para actuar a distancia. Los estudios y la práctica avalan los resultados de esta técnica para eliminar desarmonías energéticas en los seres vivos.

¿Cuáles son las aplicaciones de QUANTEC?

Son innumerables. En las personas para eliminar desarmonías energéticas que desencadenan en problemas de salud, de relaciones interpersonales o de prosperidad. En los espacios físicos (casas, empresas) para eliminar el efecto de energías de otras dimensiones. En la ganadería y agricultura para minimizar el efecto de plagas e incrementar la productividad. Y muchas otras aplicaciones.

Todo ello me motivó para adquirir un equipo QUANTEC y de primera mano experimentar sus beneficios. Actualmente experimento su aplicación para incidir sobre el inconsciente y eliminar creencias negativas y también sobre los registros akásicos para eliminar el efecto de karmas y traumas, lo cual nos evitaría el sufrimiento que causa el tener que vivirlos para adquirir e incorporar el conocimiento al espíritu… todo ello a beneficio del todo y en armonía con el universo.


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Leo Hernán River, ingeniero electrónico, científico, empresario y escritor de Colombia. Escribe sobre temas de espiritualidad, física cuántica y administración de empresas.




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